viernes, 13 de julio de 2012

De cómo siempre volvemos.


Hace unos días que volví a casa. Aquélla que siempre estaría en el mismo sitio a pesar de que nosotros diésemos vueltas en círculos alrededor del mundo. Esa que siempre estaría en nuestra órbita.  Es el máximo referente que una tiene cuando está a miles de kilómetros de distancia y sobre todo, el lugar en el que después de meses sin vernos, nos reencontramos y nos encontramos. Volvemos a esas charlas sin sentido de madrugada. Horas y horas hablando de lo que ha pasado entre esas cuatro paredes y de lo que está por venir. Esos momentos siempre me han parecido lo mejor de volver a casa y siempre serán lo que recordaré. Hoy me siento en casa.