jueves, 6 de junio de 2013

Carta a unos padres

"Abril florecía
frente a mi ventana.
Entre los jazmines 
y las rosas blancas 
de un balcón florido, 
vi las dos hermanas." 


Y aún hoy, después de más de 10 años, te imagino en la cocina recitando esos versos, poniendo énfasis, haciéndome reír y emocionándome como tú solo sabes. Y cada vez que los vuelvo a ver, me vienen a la mente tantos momentos en los que has compartido tu sabiduría, ésa que cada día me sorprende todavía más. Así como "el saber" sobre ti también lo hace. 
Sé a ciencia cierta que nunca dejarás de sorprenderme, pero cuando lo haces, siempre me parece increíble. Todas tus historias, tus vivencias, tu experiencia y tu lucha por tu familia, son lo que hace que te admire. El cómo te tomas las cosas, siempre con humor o buscando soluciones y la manera que tienes de alejarnos de las preocupaciones, son cualidades que deseo para mi, y que desde hace tiempo, intento trabajar. Y es que eso es lo que eres para mi, un modelo a seguir, un ejemplo de esfuerzo, valentía y sacrificio. Solo le pido a la vida que me deje disfrutar de ti siempre, porque no me quiero ni imaginar no poder levantar el teléfono y oír ese "holi hiji" tan nuestro. 

Y a ti mamá, ¿qué podría decirte que no haya hecho ya? Que lleve ya un rato emocionada, recordando nuestras largas en el sofá, diciendo que nos vamos a la cama ya, y alargándolo una y otra hora... Hablando de todo, de nimiedades o de cosas importantes, porque tu siempre estás. No hay un día en toda mi vida en el que te haya necesitado y no haya podido contar contigo. Y es que supongo que así son las madres. Pero no es cierto, hay madres de todo tipo, y yo no puedo imaginarme una mejor que tu. Eres mi otro referente en la vida y te echo de menos cada día. 

Pues eso, que hoy os echo de menos... Hace ya dos meses que no os veo, y se nota.