Eras el café a media mañana y a media tarde. Ese cigarro de después. La sonrisa en mi boca y mis ganas de ti. Eras ese refresco de un día de verano y el chocolate del invierno. Ese cordón desatado y la comida recién hecha. El abrigo en plena noche y mi colchón. El vaso de agua de una mañana de resaca y los hielos en una noche de fiesta. Eras el hombre del tiempo, porque yo me regía por ti. Eras ese billete a una escapada perfecta, y el libro de autoayuda para la vuelta. Esa música lenta y suave, y la más movida para bailar. Eras todo, y mucho más.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Te sigo Anita ♥
ResponderEliminarAna escribes muy bonito ♥
ResponderEliminarMe ha gustado mucho leer un ratito tus entradas, y sobretodo ver tu comentario en mi blog; espero que vuelvas http://agradablemente.blogspot.com/
Un abrazo muy grande, ya te sigo príncesa
que lindo lo que escribiste, hay muchas cosa que calñzan perfecto con mis pensamientos :) lindo blog
ResponderEliminarte sigo
jajaj gracias por pasar a mi blog, y bueno al parecer nos parecemos mucho...
ResponderEliminarigual ya amo mi carita cuando esta colorada jejej
pero.. "¿eras?"
ResponderEliminarTodo acaba, ¿o no?
ResponderEliminar