jueves, 9 de mayo de 2013

Hermano.



Ir de la mano como en esta foto, y que nuestros caminos no hubieran sido paralelos, juntos pero nunca unidos. Quizá nunca hemos ido a ningún lado ni tan siquiera en paralelo. De lo que hoy estoy segura es que ni tú mismo entiendes los porqués de tantas cosas, pero ya han pasado varios años y cada día parece más lejano todo aquello. 

Siempre que me acuerdo de ti intento pensar en aquéllos años. Aquel tiempo en el que iba de tu mano a cualquier sitio, y en el que sabía que, si tú estabas allí, nada malo pasaría. Siempre me cuidaste, siempre me quisiste y lo sigues haciendo, aunque miles de kilómetros nos separen. Es imposible escribir esto sin llorar, quizá porque sé que nunca lo leerás y que nunca te lo diré. 

El paso de los años hace que logres ver todo con más perspectiva, y permíteme que yo me haya tomado unos cuantos para volver. Ojalá y a pesar de tener ya casi veintidós años, pudiera volver a agarrarme a ti y quererte. Quererte como siempre lo he hecho. 

Hoy ha sido un bonito día para recibir una bonita noticia. Supongo que nunca me olvidaré aquél día en el que supe que serías padre. En otro tiempo me hubiera costado imaginarte, aunque siempre he sabido que lo harías bien. Hoy, me apetece más que nunca verte, darte un abrazo y un beso. Me ha alegrado tanto el hablar contigo después de casi un año, que no sé como no se me ha ocurrido llamarte antes. Me siento tonta y egoísta, como todos aquellos años en los que no supe ser tu hermana. Me gustaría cambiarlo todo pero aprendí que no se puede, que lo que toca es olvidar y tender mi mano como cuando éramos pequeños. 

Tu hermana que te quiere. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por un poquito de tu tiempo :)